Se trata de un signo relacionado tradicionalmente con la lluvia y el agua que baña las tierras, incluso ha sido asociado con el Diluvio Universal. Paradójicamente se trata de un signo de aire.
El agua de acuario está destinada a la sed del espíritu, o del alma. Representa el progreso, la filosofía, el avance de la ciencia y de la técnica, la comunicación entre personas. Su lado negativo lleva al egocentrismo, la anarquía, la excentricidad, o incluso a la falta de humanidad.